sábado, 28 de julio de 2012

Doce actores en busca de la máscara


El gesto que podía insinuar el actor se oculta tras la máscara que fue puesta sobre su rostro. El personaje, entonces, acude al movimiento de su cuerpo, a la potencia de su voz, a dar sutiles o extravagantes tonalidades que justifiquen la presencia del objeto inanimado.
Sustituir el rostro con máscaras es dejar al actor sin el principal recurso de expresión. El espectador, entonces, se enfrenta al “vacío interior” de un personaje que recurre al cuerpo para lograr definirse y emocionarnos. Ahora no está el gesto como acción dramática intencionada, pero el espectador no necesita ser testigo de la expresividad de sus facciones.

Fotografía: Carolina Betancur.

El maestro Orlando Cajamarca, director del teatro Esquina Latina de la ciudad de Cali, compartió con doce actores de El Carmen de Viboral, y el oriente cercano, el taller de “Aprestamiento del actor a través de la máscara”, espacio donde se trabajaron algunos ejercicios para facilitar y potenciar la actuación con máscaras; ejercicios que también son útiles para la actuación sin ellas.
Cajamarca se acercó a la “máscara” gracias al trabajo impulsado por el francés Jean Marie Binoche (director de teatro, experto en formación de actores y directores) quien dictó un taller, en la ciudad de Cali, sobre estética y técnica de la utilización de máscaras en el espectáculo. Desde ahí, él mismo ha sistematizado un “aprestamiento básico para la actuación, donde la máscara es la herramienta de entrenamiento más importante y el campo visual del rostro se reduce en más de un 60%. No hay tiempo para amelcochar el gesto, todo se dedica a expresar”, afirma el director de Teatro Esquina Latina.
En los dos días de encuentro y creación, previos al inicio de la programación oficial del Festival Internacional de Teatro El Gesto Noble, se exploró el significado y uso de la máscara en diferentes épocas y culturas, se recordó –además– que fueron los griegos quienes utilizaron este antifaz para definir la persona: quien tuviera una máscara era un personaje.
El objeto de yeso sugiere un rostro neutro, un ícono de la personalidad que quiere significar y permanecer durante el transcurso de la función. Son muchos los directores, hacedores de teatro y quienes hacen pesquisas sobre el acto teatral, los que sostienen que “la máscara aplicada en el rostro potencia la expresión del cuerpo”, porque obliga al actor a asumir su teatralidad “desde abajo, desde el arraigo a lo tradicional”, desde las extremidades de su cuerpo que evidencian lo interior (alojado, en otros casos, en los gestos).
En dichas jornadas, no se dejó de lado “la máscara ligada a las tradiciones y rituales” de diferentes culturas, que tuvieron “aplique desde el teatro griego y la comedia de arte italiana” y se retoman en el siglo XX, época de “reencuentro con la máscara en su potencia ritual”, en palabras del facilitador del taller.
Para Argiro Estrada, promotor de teatro de la Escuela de Artes del Instituto, “lo valioso del taller es que nos generó nuevas posibilidades de estar en el escenario, desde la relación del actor con su propio cuerpo, esto nos permite configurarnos de otras maneras para conmover y generar asombro desde lo inesperado. Pienso que es muy interesante que le pasen a uno este tipo de cosas”.
Al finalizar la jornada, el maestro Cajamarca mencionó que algunos actores están mucho más familiarizados con el trabajo corporal y expresivo, de acuerdo a las habilidades que han desarrollado con el paso del tiempo. Sin embargo, los novatos en este tema también se llevaron diversos elementos y avanzaron con la propuesta del taller, puesto que “cada quien pesca de acuerdo al largo de su ensueño”.
Al reflexionar sobre su participación en el Festival, Cajamarca manifiesta que pudo avanzar considerablemente en este taller “por la misma tradición y empuje que ha tenido el municipio, por el proceso que ha dejado el Gesto Noble a lo largo de los años y el avance que se empieza a notar: se ha hecho una fuerte formación de públicos, hay sensibilidad en actores y espectadores y se han facilitado otros talleres formativos”. Afirma, finalmente, que “hay un fermento que ya está ahí. Es evidente que ya comienza a brotar la semilla en cada uno de los jóvenes actores”.

Producción y redacción: Marisol Gómez Castaño
Artículo para: Periódico El Gesto Noble

lunes, 23 de julio de 2012

Más que comparsas, es todo un carnaval


El Festival ha comenzado. Los artistas y teatreros se preparan con pinceles y acuarelas para la transformación de sus rostros. La intención es clara: trazar figuras coloridas sobre la piel para exagerar sus expresiones y, de acuerdo a la propuesta que traen, dar alegría y cuestionar asuntos de la vida diaria durante el recorrido.
El Carnaval de Comparsas inicia en el Centro de Convenciones de El Carmen de Viboral. A lo lejos, la presencia de los espectadores delimita el camino a seguir por parte de los artistas.
Los primeros personajes que aparecen cuentan la Leyenda del Alfarero de Fuego, el vestuario y color de piel remiten al barro, los movimientos y tiempos hacen honor a la transformación de esa masa elemental en la tradición carmelitana.
Los jóvenes narran el valor patrimonial de la cerámica desde la expresividad que les permite el cuerpo, la voz, las palabras dichas con emoción y sus miradas penetrantes. En la voz de una mujer se escucha parte de la leyenda: Cuando los primeros pueblos eran aún filitas de chozas, él ya era un viejo, su vagar por el mundo lo llevó a los lugares más remotos y exóticos del planeta, siempre viajaba a pie o nadaba para atravesar océanos…
Entre sonidos, malabares y magia, los personajes de Barriocomparsa, Polichinela, Pantolocos y La Polilla, avanzan hacia la carrera 31 (Sector La Alhambra). En las risas de algunos niños curiosos se refleja sorpresa y complicidad con quienes están ocultos tras las máscaras; son los más pequeños de la familia quienes saludan, tocan con timidez algunos de los actores y otros, más osados, bailan y cantan junto a ellos.
Mujeres y abuelos contemplan, desde el balcón de sus casas, el espectáculo de colores que se toma las calles con La Tartana, Simetría 333, Air Blue, Alex Sombreros y la Banda Insignia, quienes avanzan por la Calle de la Cerámica. Hasta allá llegan los golpes del tambor, las melodías del saxofón y el clarinete, en un ambiente festivo que logra contagiarlos.
Entre aplausos y sonrisas, se adelantan las propuestas creativas de Mimonerías, Banda Tercera Edad, Cenizas, Nuestra Gente, Circo Medellín, Banda Municipal y Urania; los personajes hacen el recorrido hasta llegar al parque principal del municipio. Algunos espectadores evidencian, desde la quietud e inexpresividad del rostro, otras maneras de contemplar el carnaval, que remiten a la introspección.
La mayoría de los asistentes ponen su mejor gesto y se dejan contagiar por la festividad, dejando que vuelva el niño interno que les permite imaginar, sonreír y actuar como parte de la puesta en escena que apenas comienza.

VOX POP



Sara Saldarriaga Buriticá
Está espectacular esta comparsa, se nota la preparación de los grupos y los mensajes que nos traen. Por ejemplo la última comparsa nos mostró, en forma de charla, cómo es la vida en el país y la manera como los políticos nos envuelven. Éste es un ambiente de alegría y de unión, que nos une a todos en los desfiles, las obras, la noche de clown…



Juan José Arbeláez
Esto es muy vacano, mucha gente llega aquí para ver este festival. Lo que más me gusta es que se junta lo más preciado del pueblo en una fiesta que lleva tanto tiempo, donde todos salen a divertirse y nadie se pierde de la comparsa.



Mariola Arango
Yo estoy sorprendida desde que empezó el desfile. Yo no había visto esto jamás ¡Qué espectáculo tan maravilloso! Podría decir que es muy cultural, aquí se encuentran cosas que uno no se alcanza a imaginar, por eso sigo aquí sentada. Yo creo que la gente ve esto con el alma y el cariño más grande, no es sino mirar el gentío que todavía hay.



Juan Pablo Agudelo
Me encanta venir al Gesto Noble desde hace tres años, que me di cuenta que existía. Estuvo súper el carnaval, la coordinación, el trabajo en equipo, hay un esfuerzo de todos los personajes por mostrarnos la belleza del festival.



Lizeth Valencia
He visto la gente muy animada. La comparsa llena de vida y de música alentó a personas de todo tipo, grandes y chicos, y todos sacamos ese lado infantil y carnavalesco que tenemos. Me gustó mucho volver a ver a personajes que he conocido en la comparsa (teatreros), encontrarme con ellos otra vez y tener la posibilidad de recochar un rato.

Producción y redacción: Marisol Gómez Castaño
Artículo para: Periódico El Gesto Noble